Cumplir con la legislación nacional en aquellos países en los que opere y con la legislación internacional en derechos humanos, tanto en sus operaciones directas, como a través de la cadena de suministro. Elaborar una política contra el acoso, abuso, intimidación o violencia en la empresa y aplicar acciones. Desarrollar un código ético, así como un buzón para recibir reclamaciones en caso de incumplimiento. Integrar los principios rectores sobre empresas y derechos humanos de naciones unidas. Establecer un sistema de reclamaciones a nivel operacional, que permita a los grupos de interés comunicar a la empresa los potenciales impactos sobre los DDHH. Formar a empleados y proveedores en materia de transparencia y DDHH.
La paz, la estabilidad, los derechos humanos y la gobernabilidad efectiva basada en el Estado de derecho son vías importantes para el desarrollo sostenible. De ninguna manera se trata de algo inevitable y debe ser abordado.